jueves, 14 de diciembre de 2006

El abeto navideño

Bolas, estrellas, luces, adornos varios y espumillón (por cierto que palabra más fea) adornan cada año el arbolito de navidad de millones de casas. Cada vez que se acercan esas fechas los abetos empiezan a temblar y eso que se llevaron un gran respiro cuando inventaron el arbolito de plástico. Sin embargo, todavía hay gente que prefiere dejarse los cuartos y comprarse uno natural, que siempre queda más bonito, o sea. Pero ¿de dónde viene esta costumbre tan implantada? Tiene su origen en una antigua creencia germana. Vamos que no tiene nada que ver con la navidad y con la religión así que ¡dejen de hacerlo!. Volviendo al tema se decía se comentaba por aquella época que un árbol gigantesco, no nos imaginamos como de grande, sostenía el mundo y que en sus ramas estaban sostenidas las estrellas, la luna y el sol. De ahí la costumbre de poner las luces y la estrellita que NO es la estrella que guió a los supuestos reyes magos. Cuando en invierno los árboles perdían sus hojas, los germanos los vestían para que los espíritus buenos que habitaban en ellos regresaran pronto, nos extraña que no se dieran cuenta de que nunca regresaban antes de la primavera o igual han sido ellos los responsables del cambio climático... El caso es que los adornos más comunes por aquella época eran las manzanas o las piedras pintadas, aquí está también el origen de los adornos. Por cierto, las bolas de cristal se incorporaron alrededor de 1750 en Bohemia, que de alguna manera tenían que promocionar su famoso cristal. ¿O alguien pensaba que el niño Jesús tenía así decorado el pesebre? Más sobre costumbres navideñas

1 comentario:

Carlos dijo...

Muy interesante saber de donde viene la constumbre de poner el arbol de navidad ya que realmente no conocia la historia, el cual en mi casa tampoco suele faltar ninguna navidad, si bien conmigo los abetos pueden estar tranquilos pues es de autentico plastico ;)